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Madrid, nodo de la Inversión Extranjera en España

Las grandes aglomeraciones urbanas están adquiriendo un protagonismo creciente como receptoras de flujos de inversión extranjera a nivel mundial. El auge de las ciudades como protagonistas de las dinámicas inversoras deriva, principalmente, del preponderante papel que factores como la disponibilidad de talento, la excelencia en infraestructuras y conectividad tienen en las decisiones de inversión relacionadas con la economía del conocimiento.

Madrid no es ajena a esta tendencia. Madrid ha sido, desde que comenzó la serie histórica del Registro de Inversiones en 1993 [i] la región que ha concentrado la mayor parte de capital extranjero que llega a España en forma de inversión extranjera directa (IED), a considerable distancia de otras regiones.

De acuerdo con los últimos datos del Registro de Inversiones Extranjeras, los flujos brutos [ii] (no ETVE) de IED en 2017 ascendieron a 14.846 M euros, un 27,7 % más que en 2016. Esta cifra, que ha sido creciente desde 2011, refleja un claro dinamismo de la inversión foránea en la región madrileña, en un ejercicio en el que los flujos totales en España disminuyeron un 7,4%. Así, Madrid absorbió el pasado año el 61,2% de la IED en España, y se vio beneficiada de algunos traslados de sedes de empresas de capital extranjero desde otras regiones españolas, fundamentalmente de Cataluña.

En términos de stock de IED [iii], Madrid cuenta con 252.103 M euros (66,4% del total nacional), mientras el stock de empleo derivado de la inversión extranjera asciende en Madrid a 411.893 empleados.

En lo que respecta al origen de la inversión productiva, entendiendo como país de origen el país último, Madrid recibe flujos fundamentalmente de países de la OCDE, y entre ellos los países europeos -casi todos países de la UE-15- siguen siendo la principal fuente, con más de un 69% de los flujos desde 2009.

Al igual que ocurre con otras grandes metrópolis capitales, el sector servicios ha sido el que tradicionalmente ha acaparado el grueso de la IED recibida por Madrid, concentrando cifras superiores al 69% desde 2009, muy por encima de la inversión en el sector industrial, que se ha situado ligeramente por encima del 21% en los últimos años.

La relevancia de la IED en Madrid desde el punto de vista macroeconómico tiene su réplica en la composición y estructura empresarial existente en la región madrileña. En efecto, según los últimos datos sobre filiales extranjeras, [iv] la Comunidad de Madrid acoge a 4.578 filiales de empresas extranjeras del total de las 11.880 existentes en España y emplean al 28,2% de la población ocupada en la región madrileña.

Es pues indudable la relevancia que tiene la inversión extranjera en la economía de Madrid, un entorno urbano en el que los inversores han encontrado un activo ecosistema en crecimiento, que combina recursos humanos altamente cualificados, tamaño de mercado apreciable, costes competitivos e infraestructuras y comunicaciones de primer nivel. Además, su posición geoestratégica convierte a la capital de España en plataforma hacia los mercados europeos, latinoamericanos y del norte de África, configurando la ciudad como el nodo más atractivo de España para la IED.

La oferta de la ciudad se ve compensada con los retornos que genera  la inversión extranjera en Madrid y es que ésta es y ha sido coadyuvante del crecimiento económico madrileño. La evidencia confirma y avala la literatura económica cuando señala que, si se dispone de los marcos institucionales, políticos y de inversión adecuados, puede aportar múltiples beneficios a los territorios receptores, a través de varias vías. La IED no solo aumenta el mercado local y contribuye a cubrir sus necesidades de financiación, sino que además puede ayudar a incorporar mejoras en la productividad –aportando tecnología, operativa y gestión del conocimiento-, mejorar la calidad de los puestos de trabajo locales e incrementar sus salarios.

Los datos existentes de la inversión extranjera en Madrid son positivos en cuanto a su aportación al dinamismo económico. Pero esos efectos externos beneficiosos no son automáticos, deben ser gestionados para mejorar los niveles de bienestar general de todos los ciudadanos. Para ello, es necesario pensar y actuar según una estrategia que prime el esfuerzo colaborativo entre todos los agentes económicos, construir redes de inteligencia y de confianza que sean valedoras del proyecto que identifique el papel capital de Madrid para la IED en Europa. Y para ello, se requiere construir muchas complicidades y un fuerte liderazgo público basado en la profesionalidad, la innovación y la especialización, con políticas audaces e instrumentos adecuados y flexibles.


[i] Datainvex, Estadísticas de Inversión Extranjera en España. Excepto en 2010, año en que Cataluña superó ligeramente a Madrid los flujos de IED obtenidos.

[ii] Excluyendo las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE), sociedades cuyo objeto es la tenencia de participaciones de sociedades en el exterior (holdings).

[iii] Datos correspondientes a 2016, según última actualización del Registro de Mayo 2018.

[iv] Estadística de Filiales Extranjeras en España, FLINT, INE, Setiembre 2018, con datos correspondientes a 2016.