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Resiliencia ante la adversidad: Madrid refuerza la confianza en España

Los inversores internacionales tienen hoy pocos motivos para el optimismo. Las barreras comerciales se multiplican, las autorizaciones regulatorias se demoran cada vez más y la geopolítica atraviesa su etapa más volátil desde la Guerra Fría. Sin embargo, en medio de este entorno incierto, España ha demostrado una solidez superior a la de muchos de sus competidores, y Madrid ha reafirmado su capacidad para atraer y mantener el interés del capital global, incluso cuando el contexto internacional se vuelve adverso.

El primer trimestre de 2025 es un claro ejemplo. A primera vista, los 4.070 millones de euros de inversión extranjera directa (IED) captados por España parecen una cifra modesta si se compara con los promedios trimestrales de la última década. Pero esa lectura superficial oculta un dato esencial: el país sigue recibiendo compromisos relevantes y productivos en un momento en que muchas economías registran caídas de dos dígitos. Las participaciones accionariales y la reinversión de beneficios siguen siendo el motor de las entradas (3.460 millones de euros), mientras que la incorporación —desde 2024— de la financiación intragrupo ofrece una imagen más precisa del arraigo de los grupos multinacionales en el país.

Madrid destaca aún más en este contexto. Entre enero y marzo, la región captó 2.730 millones de euros en entradas productivas brutas, lo que supone dos tercios del total nacional. Cataluña recibió 451 millones (11,1%), Cantabria 177 millones (4,3%), Baleares 140 millones (3,4%) y la Comunidad Valenciana 125 millones (3,1%), con el resto de las inversiones repartido de manera testimonial por el territorio.

Descontadas las desinversiones, Madrid sumó 1.510 millones netos, una señal inequívoca de que las empresas extranjeras prefieren seguir apostando por la capital.

Si bien los datos trimestrales pueden verse afectados por operaciones puntuales o por la concentración de registros a final de año, la solidez de Madrid responde a fundamentos estructurales. Los vehículos de tenencia de valores extranjeros (ETVEs) tienen hoy un papel marginal, lo que confirma que el capital que llega está vinculado a proyectos productivos y no a estrategias de optimización fiscal o financieras.

Por otra parte, casi la mitad de los fondos captados a comienzos de 2025 se destinaron a nuevas inversiones (proyectos greenfield o brownfield) lo que confirma la confianza a largo plazo de los inversores en el talento local, las infraestructuras y el clima empresarial de la ciudad. Las adquisiciones transfronterizas representaron el 33,3%, y las otras ampliaciones, el 24,9% restante.

En línea con lo ocurrido en 2024, los inversores corporativos aportaron casi la mitad de la inversión recibida en Madrid (44,9%), por delante de los vehículos de inversión colectiva privados —como los fondos de capital riesgo y capital privado— (37%), los inversores individuales (7,1%) y los fondos soberanos (6,1%).

Reino Unido, Francia y Singapur lideran la inversión en el comienzo de 2025

Si se analiza el origen de la inversión recibida en Madrid durante el primer trimestre, encontramos un panorama variado. El Reino Unido encabezó el ranking con 544 millones de euros (19,9%), canalizados principalmente hacia servicios de información y actividades administrativas de oficina. Le siguió Francia con 421 millones (15,4%), impulsados por operaciones destacadas en el suministro de energía y servicios financieros. Singapur, cuyos inversores tecnológicos han mostrado una creciente afinidad por el sector de la nube y los centros de datos en Madrid, aportó 388 millones (14,2%), nuevamente enfocados en servicios de información. Estados Unidos contribuyó con 331 millones (12,1%), con un fuerte peso de las actividades inmobiliarias, mientras que México cerró el grupo de los cinco primeros con 250 millones (9,2%), repartidos entre el comercio de productos alimenticios y bebidas y actividades inmobiliarias.

El panorama sectorial presenta también una alta concentración. Los servicios de información captaron 799 millones de euros (29,3%) en Madrid, prolongando el fuerte impulso iniciado en 2024. Las actividades inmobiliarias sumaron 395 millones (14,5%), los servicios financieros 254 millones (9,3%) y el suministro de energía 241 millones (8,8%) —llamativo en un contexto global de ralentización de operaciones en renovables—. Los servicios de alojamiento, con 176 millones (6,5%), muestran la sólida recuperación del turismo en la capital.

El desglose por países y sectores refuerza un patrón ya conocido: el ecosistema madrileño de talento multilingüe, infraestructuras digitales y concentración de servicios corporativos sigue atrayendo al capital anglosajón, a los grandes grupos energéticos franceses y a una creciente base de inversores asiáticos y latinoamericanos.

Una mirada a largo plazo: el stock confirma la fortaleza estructural

Más allá de las oscilaciones trimestrales, lo que verdaderamente impacta en el empleo, la recaudación fiscal y la transferencia tecnológica es el stock de capital extranjero arraigado en la ciudad. En este sentido, la trayectoria de Madrid sigue siendo claramente positiva. La serie de stock del Registro —basada en las cuentas anuales y con un desfase de 18 meses— reflejaba en 2023 un total de 411.990 millones de euros de IED productiva, un 3,1% más que en 2022 y un 161% por encima del nivel previo a la crisis financiera de 2008.

En otras palabras, el stock equivale ya al 141% del PIB regional, o 61.375 euros por habitante. La cuota de Madrid en el stock nacional de IED asciende al 68%, cinco puntos porcentuales más que en 2007, muy por delante de Cataluña (13%), el País Vasco (4,8%), Asturias (3,0%) y la Comunidad Valenciana (2,7%).

Detrás de este crecimiento destacan dos factores. Por un lado, el peso del sector servicios en Madrid, que alberga las sedes de la mayoría de las multinacionales españolas, facilita la canalización de flujos hacia proyectos tanto en la Península como, cada vez más, en terceros mercados. Por otro, la capacidad de Madrid para retener inversiones a lo largo del ciclo de vida de las empresas: una vez que un fabricante extranjero o un operador de centros de datos establece un hub en la capital, es habitual que reinvierta sus beneficios localmente en lugar de repatriarlos.

Los inversores globales se muestran más cautelosos en 2025, y España no es una excepción. Aun así, incluso en un trimestre marcado por la caída de los flujos, Madrid ha mantenido su liderazgo a nivel nacional y ha seguido ampliando la diversidad de sus países de origen y sectores de inversión. El reto para MIA y para Madrid es ahora doble: mantener abiertas las puertas a nuevos proyectos productivos en un entorno de mayor control, y transformar el flujo de inversión actual en stock consolidado a medio plazo. Los datos recientes demuestran que el capital extranjero sigue confiando en que Madrid merece la espera.

INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN MADRID