Conversación con José da Penha Monteiro, Director de Stefanini en España
Enero 2019
Quizá desconocida para muchos en Europa, detrás del nombre de Stefanini se encuentra una de las principales empresas brasileñas en el panorama tecnológico, una empresa familiar que cuenta con 26.000 trabajadores y está ya presente en 42 países.
Reconocida en 2012 como cuarta empresa más innovadora de Brasil, Stefanini comenzó su actividad en aquel país a finales de los años 80, con proyectos locales para multinacionales extranjeras presentes en el mercado brasileño. Tras un crecimiento inicial en América Latina, región en la que es ya el mayor proveedor de servicios tecnológicos, siguió un fuerte crecimiento en el exterior desde comienzos de siglo, tanto orgánico como a través de adquisiciones y Joint Ventures, en un proceso de internacionalización que le ha llevado a un fuerte crecimiento en Estados Unidos y, más recientemente, en Europa.
Como es evidente, existe un fuerte contraste entre mercados como el brasileño y el europeo, siendo el primero más joven y de gran dimensión, que les ha obligado a ser creativos para solucionar problemas singulares, como por ejemplo los derivados de la inaccesibilidad. Como le gusta decir al Director de Stefanini en España, José da Penha Monteiro, la necesidad es la gran responsable de la creatividad.
Los clientes principales de Stefanini son empresas globales presentes en todos los continentes. No obstante, trabajan con empresas de todos los tamaños y sectores, y con el sector público, sobre todo en Latinoamérica. Es una empresa marcada por la fidelidad a sus principios y a sus clientes -la permanencia con ellos y su grado de satisfacción son parte de las métricas internas que utilizan-, y de sus empleados hacia ellos, como muestran sus tasas de rotación, relativamente bajas para el sector en el que trabajan. En este sentido, en Stefanini se otorga gran importancia a su principal activo, sus profesionales y su talento.
Se definen como solucionadores de problemas, no meramente distribuidores de software o hardware, y se consideran agnósticos en cuanto a las soluciones tecnológicas.
Llegada de Stefanini a Madrid y evolución posterior
Stefanini llegó a España acompañando a sus clientes en 2003, especialmente en el sector financiero, de forma más o menos accidental, espoleada en parte también por la fascinación que su fundador, Marco Stefanini, tiene por España y por Madrid. En cierta medida, la empresa trataba en aquel momento de acercarse a los centros de decisión de las matrices de sus grandes clientes en la región. Este foco posiblemente ha limitado su crecimiento local y el grado de conocimiento que se tenía de ellos en el pasado, siendo más conocidos entre las empresas que ya tienen presencia en América Latina que entre las empresas locales.
Uno de sus primeros hitos relevantes en España está relacionado con la firma en 2010 de un acuerdo marco con una multinacional tecnológica norteamericana en España y Portugal para colaborar en los mercados de habla hispana y portuguesa, que marcará su desarrollo en el país en los años siguientes. Coincide con una época en la que las decisiones de la empresa en Europa se toman fundamentalmente desde Bruselas, situación derivada de la fuerte presencia en aquel país de una de las grandes empresas que adquieren en Estados Unidos.
La apuesta actual por Madrid, tras años en las que su fuerte crecimiento en América Latina y Norteamérica hacía poco viable una entrada ordenada en Europa, se debe a su convencimiento de que ha llegado el momento de convertir a la ciudad en su punta de lanza en el continente. Si bien en el pasado la actividad local de la empresa había dependido de proyectos que se captaban fuera de España, en 2016 establece una oficina comercial en Madrid para tratar de generar también proyectos a nivel local y, ya en 2018, se crea la unidad para Iberia (España y Portugal), con sede en Madrid y oficinas adicionales en Barcelona y Lisboa, que supone la llegada de José da Penha al país.
Stefanini es muy consciente de lo construido en 30 años, y sigue una estrategia de crecimiento muy meditada. En la actualidad, la empresa está realizando fuertes inversiones con el objetivo de entender adecuadamente el contexto europeo, estructurar adecuadamente sus operaciones para el continente, y hacer más visible y conocida su presencia local. No les preocupa tanto la actividad comercial como dotarse de una operativa adecuada para Europa que permita a Stefanini seguir acompañando a aquellos clientes que ya se apalancan en ellos para su expansión exterior.
Importancia de Madrid para Stefanini
Con respecto al futuro, Stefanini tiene como objetivo encontrar en Brasil soluciones que se puedan adaptar a Europa en un plazo de tiempo razonable, aprovechando la estructura y capacidades que la empresa ya ha desarrollado. Para la empresa es importante entender adecuadamente cada problema en su contexto local, el país, su idiosincrasia y su cultura. Y en este proceso, Madrid puede desempeñar un papel fundamental, como punto de adaptación y salida hacia otros mercados europeos: para la empresa es más factible traer lo nuevo a Europa a través de España, y desde aquí producir para el resto de países. Esto implica en cierto modo extender la estrategia original, y pasar de ayudar a empresas europeas en su expansión hacia América Latina, a ayudar y acompañar también a empresas latinoamericanas en su expansión hacia Europa.
Stefanini también cree en la importancia de trasladar soluciones de unos sectores a otros. Así, soluciones implantadas y probadas en unos sectores (e.g. Servicios financieros) pueden ser perfectamente aplicables a otros en los que ellos están involucrados (e.g. Automatización industrial). Y en esta estrategia, Madrid puede ser el punto de concentración de su conocimiento vertical en Europa.
Desde Stefanini consideran a España especialmente fuerte en algunos sectores en los que se pueden construir casos que exportar al exterior. En su opinión, los sectores que a priori parecen ofrecer mayores oportunidades con esas miras son Banca y seguros, Retail, muy desarrollado y más fuerte que en otros países de Europa, e Industria y automatización, ámbito en el que existe una brecha significativa en los niveles de adopción de tecnología según los tamaños de empresa, y España puede ayudar a cerrar esa brecha. Otros sectores como Turismo, muy fuertes localmente, ofrecen oportunidades de negocio para ellos, pero no tanto como plataforma al exterior, al ser las soluciones más complejas de extrapolar a otros países.
Pero, en este contexto, ¿por qué esta renovada apuesta de Stefanini por Madrid, más allá del gran aprecio por parte del fundador?
Según Stefanini, Madrid representa el punto de apertura de comunicación y acceso hacia el resto de Europa. Existe un fuerte respeto de Europa hacia Madrid desde la perspectiva brasileña, siendo vista tanto como punto de entrada y expansión de empresas europeas hacia Latinoamérica, como a la inversa, siendo las empresas de Latinoamérica que están en Europa accesibles desde Madrid.
Además, el nivel tecnológico que hay en Madrid es muy alto, y muchas de las soluciones que desarrollen localmente van a poder exportarlas al resto de Europa, ayudándoles a tener una mayor exposición en el continente.
Por último, y quizá la razón más relevante para Stefanini, es la capacidad local de producción de talento especializado, que no deja de ser su materia prima fundamental. En este sentido, no les mueve tanto el precio como la diversidad, los altos niveles de especialización y la calidad de los profesionales locales. Están convencidos de que Madrid puede ayudarles a enfrentarse a su principal desafío, que es encontrar ese talento necesario para enfrentarse a los cambios culturales y digitales que están experimentando sus clientes en la actualidad.
A día de hoy, Stefanini no tiene dudas de que España puede ser no solo un mercado fuerte para su expansión, sino un enclave estratégico: existe una ventana de oportunidad clara, y el ecosistema de Madrid está en un momento de gran potencial.